Las naves industriales son los centros neurálgicos más importantes de la industria, ya que en ellas se llevan a cabo actividades de manufactura, almacenamiento y logística, entre otras. Su diseño adaptable con espacios amplios y versátiles permite que estas se configuren para una enorme gama de usos personalizados de acuerdo con los requerimientos de cada empresa o proceso.
En este artículo, exploraremos los diversos usos de las naves industriales en diferentes sectores y cuáles son las características que deben tener para garantizar la competitividad y agilidad de las operaciones.
Las primeras naves industriales surgieron durante la Revolución Industrial, un período de grandes transformaciones que marcó el inicio de la transición de métodos de producción artesanales a la producción en masa y la mecanización, lo que impulsó la necesidad de espacios más grandes y adecuados para albergar las nuevas maquinarias y procesos de manufactura.
Una nave industrial es una estructura que generalmente se construye a base de metal, hormigón o ambas, diseñada para albergar actividades relacionadas con la producción, almacenamiento, distribución y logística de bienes y productos. En muchos casos, las naves industriales también albergan oficinas y espacios para la exposición y venta al público, comedores, áreas recreativas o incluso dormitorios.
Aunque la configuración de cada nave industrial se personaliza de acuerdo con los requerimientos de cada usuario o empresa, existen algunas características generales y en muchos casos obligatorias, que son justamente las que ofrecen un alto nivel de adaptabilidad, seguridad y eficiencia para prácticamente cualquier tipo de proceso.
Espacios amplios y alturas adecuadas: Las naves industriales se caracterizan por tener grandes espacios abiertos sin columnas interiores (o con las menos posibles), lo que facilita la instalación de maquinaria pesada, sistemas de almacenamiento y líneas de producción.
Además, poseen techos altos que permiten acomodar equipos de gran tamaño, maximizar el almacenamiento vertical, facilitar la circulación de aire e incluso construir entrepisos o altillos.
Accesibilidad: las naves industriales generalmente están sometidas a un tráfico elevado de mercancías y maquinaria que entra y sale continuamente de las instalaciones. Por ello, en su diseño también se contemplan espacios amplios para maniobras, muelles de carga y descarga, rampas, rutas para el flujo del personal y las distintas actividades, estructuras que permiten la instalación de grúas, etc.
Ubicación estratégica y acceso a servicios: generalmente se ubican en centros industriales o hubs logísticos especializados. Si bien las naves industriales modernas no suelen construirse en el centro de las ciudades, sino en las periferias, deben estar cerca de vías de comunicación principales (autopistas, puertos marítimos, aeropuertos, redes de ferrocarril, transporte de personal) para facilitar el acceso al mercado, a la mano de obra y a la cadena de suministro. La ubicación también debe garantizar servicios básicos, como el suministro de agua, electricidad, telecomunicaciones y, en algunos casos, sistemas especializados de gas o tratamiento de residuos.
Seguridad y cumplimiento normativo: dado que en las naves industriales se llevan a cabo procesos y actividades que pueden ser de alto riesgo para los trabajadores y para los edificios y las personas en los alrededores, deben cumplir con estrictas normativas de seguridad y salud ocupacional, incluyendo sistemas contra incendios, ventilación adecuada y medidas de seguridad para el personal. Por ejemplo, algunas actividades industriales solo pueden llevarse a cabo en naves que cuenten con estructuras diseñadas para impedir la propagación de incendios a otros edificios.
Eficiencia energética: dado que las naves industriales se utilizan para generar rentabilidad, la eficiencia energética es un aspecto fundamental de las mismas. Por ejemplo, es mucho más eficiente construir una nave con una ventilación natural y un intercambio térmico excelentes, que gastar miles de dólares mensuales en aire acondicionado para que la temperatura en el interior sea cómoda y segura para los trabajadores. Lo mismo ocurre con la iluminación natural y con las distintas ingenierías y sistemas eléctricos que atraviesan la estructura. La eficiencia también se relaciona con la ubicación y el acceso a fuentes de energía sostenibles, por ejemplo, paneles fotovoltaicos.
No hay una única respuesta para esta pregunta, ya que ello depende mucho del sector industrial y el punto de la cadena de producción y/o suministro para el que se destine. Sin embargo, a grandes rasgos podemos decir que los usos de una nave industrial generalmente tienen que ver con manufactura, almacenamiento y/o distribución. Algunas están especializadas en uno de estos aspectos, como los CEDIS, mientras que otras cuentan con instalaciones mixtas o de usos múltiples.
Las naves industriales son pilares en el sector manufacturero, proporcionando el espacio necesario para albergar maquinaria pesada, líneas de ensamblaje y procesos de producción. En otras palabras, se necesitan naves industriales para que industrias como la de alimentos, textil, tecnológica o automotriz puedan montar sus fábricas.
Su estructura permite la implementación de flujos de trabajo optimizados, garantizando la eficiencia en la producción de bienes y soportando la cadena de valor completa, desde la recepción de materias primas hasta la entrega de productos terminados. Es importante tomar en cuenta que las tecnologías y procesos en el sector manufacturero siempre están evolucionando, y las naves industriales ofrecen libertad para reconfigurarlas rápidamente y adaptarse a diferentes líneas de productos o cambios en la demanda.
Las naves industriales logísticas o CEDIS, están en el corazón de la cadena de suministro de la mayoría de las actividades comerciales y su función es garantizar una distribución eficiente de productos a los consumidores, puntos de venta minoristas o incluso a otros centros de distribución.
Generalmente, están equipadas con sistemas de estanterías y almacenamiento que maximizan el uso del espacio vertical y horizontal, facilitando la organización, el acceso rápido a los productos y la gestión de inventario en tiempo real. Además, su ubicación estratégica cerca de rutas de transporte favorecen la logística eficiente, reduciendo los tiempos de respuesta y los costos operativos.
Los CEDIS suelen contar con zonas específicas para la recogida, embalaje y etiquetado de productos para su envío, y muchas naves de logística y distribución incorporan tecnologías automatizadas para agilizar el procesamiento de pedidos, como sistemas de clasificación y robots de picking.
El auge del e-commerce ha detonado la demanda de naves industriales adaptadas como centros de operaciones donde se realizan actividades que van desde el almacenamiento de inventario hasta la gestión de pedidos y devoluciones, el empaquetado y envío directo al consumidor. Para responder a la demanda fluctuante del mercado digital, este tipo de naves industriales depende enormemente de sistemas de almacenamiento y gestión avanzados, como estanterías de alta densidad y soluciones automatizadas, para maximizar el uso del espacio y mejorar la accesibilidad de los productos.
Algunas naves industriales ofrecen servicios de valor agregado como el ensamblaje de productos, personalización y embalaje especial, lo que permite ofrecer una experiencia de compra única y personalizada, especialmente en el sector B2B.
Dado que el comercio electrónico implica muchas operaciones de importación y/o exportación, las naves industriales para ecommerce suelen ubicarse en puntos que conectan rutas de comercio internacional y rutas de distribución regional. Por ejemplo, una nave industrial ubicada en el Mazatlán Logistcs Center puede recibir fácilmente mercancías de Asia y distribuirlas a clientes a lo largo de todo el Corredor Económico del Norte de manera eficiente y directa.
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