El Pacífico Mexicano atraviesa una transformación profunda impulsada por la relocalización global de las cadenas productivas y el auge del nearshoring. En este contexto, Mazatlán y otros polos estratégicos del Pacífico emergen como puntos clave para la inversión industrial, logística y comercial. Su ubicación geográfica, la expansión portuaria y el crecimiento de parques industriales especializados conforman un entorno que favorece la reducción de costos, la eficiencia operativa y la competitividad internacional.
La costa del Pacífico es la puerta más directa entre México y Asia, y se ha convertido en un eslabón crítico para quienes buscan optimizar sus cadenas de suministro.
Estas ventajas convierten a Mazatlán en un eje de logística internacional para industrias que buscan un flujo más estable, rápido y menos costoso.
El Pacífico Mexicano ofrece una conectividad bimodal —marítima y terrestre— que reduce significativamente los tiempos de tránsito hacia Norteamérica.
La combinación de puerto + autopista posiciona a Mazatlán como un hub logístico preferente para industrias enfocadas en velocidad y certidumbre de entrega.
Las empresas que buscan reubicar operaciones en México priorizan la disminución de costos logísticos; el Pacífico Mexicano se vuelve un aliado natural.
Esto permite que empresas de manufactura, ensamble, distribución y agroindustria logren un costo logístico más competitivo que en regiones saturadas del norte del país.
El nearshoring continúa reconfigurando la industria mexicana, y la región del Pacífico se posiciona como una alternativa sólida para quienes buscan evitar zonas industriales saturadas.
MLC: El motor del comercio del Pacífico
El Mazatlán Logistics Center (MLC) funciona como plataforma estratégica que combina ventajas logísticas, fiscales y operativas:
MLC se ha convertido en el epicentro de la nueva logística del Pacífico Mexicano.
El Pacífico Mexicano, con Mazatlán como punto clave, representa una oportunidad estratégica para inversionistas que buscan optimizar costos, mejorar resiliencia logística y aprovechar los beneficios del nearshoring. Su conectividad con Asia y EE. UU., la modernización portuaria y la presencia de plataformas como MLC consolidan a la región como la nueva frontera industrial de México.
Por su conexión directa con Asia, su cercanía al mercado estadounidense, la modernización portuaria y la disponibilidad de parques industriales especializados.
Menores tiempos de tránsito, acceso inmediato a la autopista, infraestructura moderna y costos logísticos más competitivos que en regiones saturadas del norte.
Permite diferir impuestos, realizar procesos de transformación y exportar con ventajas operativas y fiscales que mejoran la liquidez empresarial.