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¿Cuáles son los tiempos estimados en la construcción de naves industriales?

La edificación de una nave industrial representa una tarea considerable que demanda una meticulosa organización y un entendimiento profundo de los plazos necesarios en cada etapa. 

 

Estas estructuras son fundamentales para el funcionamiento empresarial y constituyen una inversión significativa a largo plazo, pero son muchos los factores que inciden en la duración de la obra, desde el tamaño de la nave hasta el tipo de terreno, y cuando no se planifican adecuadamente, la obra se puede retrasar, lo que tiene consecuencias tanto a nivel de presupuesto como a nivel de operación. 

 

Hoy revisaremos qué hay que tomar en cuenta para entender los periodos estimados de construcción y entrega, así como el precio de las naves industriales y las condicionantes que pueden acelerar o demorar el proceso constructivo. 

Factores determinan el tiempo de construcción de las naves industriales

A grandes rasgos, para calcular los tiempos de entrega de una nave industrial, los arquitectos, ingenieros y constructoras se basan en estos factores principales:

Propósito de la nave 

Aunque las naves industriales son estructuras versátiles que pueden adaptarse a varios usos (ya sea como plantas de producción, almacenes, centros logísticos, entre otros), antes de iniciar su construcción es ideal definir su propósito lo más específicamente posible.

 

Esto determinará buena parte de los requisitos técnicos y legales para la construcción y la puesta en marcha, así como las dimensiones adecuadas del edificio en función de la cadena de producción que se implementará. Por ejemplo, las naves destinadas a la industria alimentaria pueden requerir instalaciones especializadas para el procesamiento y manejo de productos alimenticios en frío.

Características del terreno

La influencia del terreno afecta desde la fase de planificación hasta la finalización de cualquier proyecto constructivo. Un terreno adecuado no solo proporciona la base física para la construcción, sino que también impacta en aspectos como la viabilidad, los costos y la eficiencia operativa de la nave. 

 

Por ejemplo, los terrenos planos son ideales, ya que minimizan la necesidad de excavación y relleno. Por otro lado, terrenos inclinados o irregulares pueden requerir un diseño adaptado y trabajos de nivelación, lo que puede aumentar los costos.

 

Además, se necesita un suelo con resistencia y estabilidad para soportar el peso de la estructura y la maquinaria pesada que se alojará en la nave. Un suelo con capacidad de carga insuficiente puede requerir tratamientos especiales o cimentaciones profundas, lo que incrementa los costos y tiempos de construcción.

Selección de materiales

La elección del material dependerá del tipo específico de nave industrial que se desee construir. Las naves de acero también se caracterizan por su resistencia, rápida construcción y capacidad para proporcionar amplios espacios interiores y una mejor iluminación, mientras que las naves de hormigón tienen un montaje rápido, pero su altura puede ser más limitada.

 

Por su parte, las naves mixtas que combinan acero y hormigón permiten una mayor diversidad de diseños y una eficiente utilización de recursos, aunque el tiempo de construcción puede ser más elevado. 

 

Debemos recordar que la construcción de una nave industrial va más allá de la simple elección de materiales, debiendo cumplir con regulaciones específicas y, en algunos casos, obtener certificaciones pertinentes. La duración de la construcción de una nave industrial también está sujeta a una serie de variables relacionadas, entre otras cosas, con las normativas locales, la disponibilidad de recursos, la complejidad del diseño e incluso las condiciones meteorológicas. 

Pasos del proceso de construcción de una nave industrial

 

Para comprender la variabilidad en los tiempos de construcción de las naves industriales, es de gran utilidad examinar cada una de las etapas del proceso completo, desde la concepción inicial hasta la entrega final. 

 

1.- Diseño y elaboración del proyecto: en esta fase se conceptualiza el diseño de la nave y se elaboran los planos detallados.

 

2.- Tramitación de permisos y licencias: antes de iniciar la construcción, es necesario obtener todas las autorizaciones y licencias requeridas por las autoridades locales, por ejemplo el uso de suelo comercial.

 

3.- Preparación del terreno: una vez evaluado el terreno, el siguiente paso es prepararlo para soportar el peso de la construcción. Este proceso incluye el desbroce y nivelación del terreno para garantizar una base sólida.

 

4.- Cimentación: la cimentación es fundamental para distribuir el peso de la estructura de manera uniforme y asegurar su estabilidad. Con el terreno preparado, se procede a determinar el tipo de cimentación más adecuado y a establecer los cimientos de la nave. 

 

5.- Estructuración: en esta etapa, se monta la estructura metálica que actúa como el esqueleto de la nave. La disposición de las vigas de acero se planifica cuidadosamente para asegurar la integridad estructural y facilitar las etapas posteriores de construcción.

 

6.- Cerramiento: este paso implica la instalación de los muros y divisiones que definen el espacio interior de la nave. Los materiales utilizados para el cerramiento varían según las necesidades específicas del proyecto y pueden incluir paneles metálicos, bloques de hormigón o combinaciones de diferentes materiales.

 

7.- Instalación del techo o cubierta: la cubierta de la nave se coloca en esta fase, utilizando materiales prefabricados que ofrecen eficiencia y economía. Las opciones para la cubierta pueden incluir paneles sándwich, chapas metálicas o sistemas más complejos según los requisitos de aislamiento y resistencia.

 

8.- Acabados y equipamiento: finalmente, se realizan los acabados interiores y se instala el equipamiento necesario para la operación de la nave. Esta fase incluye la instalación de sistemas eléctricos, de iluminación, de ventilación y cualquier otro equipamiento específico para la actividad que se desarrollará.

¿Cuánto tiempo se tarda en construir una nave industrial pequeña?

La edificación de naves industriales pequeñas, es decir, aquellas que cuentan con superficies inferiores a los 1,000 metros cuadrados, puede completarse en un periodo relativamente breve, oscilando entre 4 y 6 meses. Este lapso puede fluctuar en función del diseño y la agilidad del equipo constructor. Dichas estructuras son perfectas para actividades de manufactura de menor envergadura, espacios de trabajo o depósitos, ofreciendo a las empresas la posibilidad de iniciar operaciones rápidamente.

¿Cuánto se tarda en construir una nave industrial de tamaño mediano?

Las naves industriales medianas, con áreas que varían de 1,000 a 5,000 metros cuadrados, generalmente requieren un periodo de construcción que puede ir de 6 a 12 meses. Esta variabilidad se debe a la necesidad de adaptar la nave a requerimientos específicos, la incorporación de sistemas particulares y la eventual inclusión de infraestructuras complementarias como zonas de carga, oficinas o secciones dedicadas a equipos especializados.

¿Cuánto se tardan en construir las naves industriales de gran tamaño?

La construcción de naves industriales de gran magnitud, que superan los 5,000 metros cuadrados, representa un desafío mayor que puede demandar desde 12 hasta 18 meses o incluso más. La complejidad inherente a estos proyectos, que frecuentemente involucran tecnología de automatización avanzada, zonas de producción especializada y amplias áreas de almacenaje, exige una planificación detallada y una ejecución cuidadosa, lo que casi siempre implica un aumento en los tiempos de construcción.

Factores que disminuyen o aumentan el tiempo de construcción de una nave industrial

 

Además de los elementos de base, la duración de la construcción de una nave industrial puede verse afectada por varias situaciones adicionales. Entre los factores que pueden optimizar los tiempos de construcción se encuentran:

 

  • La experiencia y pericia del contratista encargado del proyecto.
  • La disponibilidad y calidad de los recursos destinados a la edificación.
  • La eficaz coordinación entre los distintos equipos de trabajo involucrados.
  • Un suministro constante y fiable de materiales, lo cual es crucial dadas las recientes tensiones en las cadenas de suministro globales.
  • Una definición clara y precisa del proyecto por parte del propietario para evitar modificaciones tardías que puedan alterar el plan original y retrasar el proceso.

 

Por otro lado, los factores situacionales que pueden extender el tiempo de construcción incluyen:

 

  • Una planificación deficiente, que es a menudo la raíz de diversos contratiempos y retrasos en la obra.
  • Expectativas poco realistas sobre los plazos de entrega, que pueden llevar a una mala gestión y coordinación.
  • La inexperiencia del constructor puede llevar a una estimación demasiado optimista de los tiempos de construcción.
  • Fallos en la coordinación entre los diferentes equipos profesionales.
  • Condiciones climáticas adversas, aunque este factor puede mitigarse con una planificación adecuada y un plan de contingencia.

 

En resumen, una planificación realista y detallada, junto con la selección de un equipo de construcción competente y la gestión eficaz de los recursos, son clave para garantizar la finalización oportuna de una nave industrial.

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