La sostenibilidad energética a gran escala depende más que nada de que las industrias adopten prácticas más verdes, por eso se ha convertido en una prioridad en las naves industriales modernas, no solo por su impacto positivo en el medio ambiente y el compromiso que refleja con la responsabilidad social, sino también por su capacidad para mejorar la eficiencia y rentabilidad de las operaciones.
Adoptar prácticas y tecnologías sostenibles significa redefinir la forma en que se consume la energía, optimizando cada proceso para un futuro más amigable y próspero. Veamos cómo puedes integrar varias estrategias clave para lograr la sostenibilidad energética en una nave industrial.
La adopción de prácticas ecológicas en la construcción de naves industriales es fundamental para minimizar la producción de residuos y maximizar la reutilización y reciclaje de materiales. Este enfoque no solo se centra en la fase de construcción, sino que también tiene en cuenta la selección de materiales sostenibles y locales para disminuir la huella de carbono, y en el diseño para optimizar la eficiencia operativa.
La orientación e iluminación de la nave también se planifican estratégicamente para aprovechar al máximo la luz natural del sol, mediante la colocación inteligente de ventanas y puertas, lo que no solo mejora la eficiencia energética, sino que también crea un entorno de trabajo más agradable y saludable.
Por ejemplo, las naves industriales desmontables se están convirtiendo en una tendencia cada vez más relevante en el sector, pues generan menos residuos, requieren menos energía para su construcción y pueden integrar otras tecnologías sostenibles, como muros traslúcidos o paneles solares.
Al menos una parte de la energía que requieren las operaciones de una nave industrial puede provenir de fuentes renovables, como la solar o la eólica. Instalar paneles fotovoltaicos en el techo de las naves permite aprovechar la luz natural como fuente de electricidad. Además, muchos Hubs logísticos están cerca de parques de generación con turbinas eólicas o de subestaciones.
Una de las tendencias más fuertes en el mercado inmobiliario industrial es justamente construir parques y naves con una tecnología híbrida que permita acceder tanto a anergía renovable, minimizando la dependencia de las redes eléctricas tradicionales y reduciendo los costos operativos, como a un suministro confiable de fuentes fósiles, de modo que la continuidad de las operaciones siempre esté garantizada.
Implementar sistemas de gestión energética inteligente permite programar y controlar el uso de maquinaria y equipos durante los períodos de menor demanda, aprovechando las tarifas energéticas más bajas y, por tanto, disminuyendo los costos de operación. Además, la monitorización en tiempo real del consumo energético con medidores correctamente calibrados facilita la identificación y corrección de cualquier ineficiencia, asegurando que cada unidad de energía se utilice de la manera más productiva posible.
Adoptar tecnologías y prácticas que mejoren la eficiencia energética, como luminarias LED inteligentes con sensores de movimiento, sistemas de aislamiento térmico, ventilación cruzada, captación y reutilización de agua de lluvia, estaciones de carga para vehículos eléctricos y maquinaria de bajo consumo, entre otras, es una de las mejores inversiones que puedes hacer en tu nave industrial si lo que buscas una disminución sustancial del gasto energético a mediano y largo plazo.
Además, la implementación de mantenimientos preventivos y la capacitación del personal en prácticas de trabajo energéticamente eficientes contribuyen significativamente a una operación más sostenible.
Por su ubicación en la periferia de las ciudades, las naves industriales a menudo enfrentan retos importantes en lo relativo al transporte, ya que generalmente existe un acceso restringido tanto a servicios como a opciones de transporte público.
Por lo tanto, las naves industriales que aspiran a ser realmente sostenibles deben concebir estrategias que incentiven el uso de medios de transporte eficientes y alternativos tanto para su personal como para sus proveedores.
Asegurar que las operaciones cumplen con las normativas locales e internacionales en materia de sostenibilidad y buscar certificaciones como LEED (Leadership in Energía and Environmental Design) o BREEAM no solo garantiza la conformidad con la legislación, también mejorar la imagen de la empresa ante los stakeholders y clientes, quienes cada vez valoran más las prácticas empresariales sostenibles.
El Mazatlán Logistics Center (MLC) es un hub logístico con lotes industriales urbanizados, ideal para las empresas que buscan operaciones más sostenibles. En MLC comprendemos la importancia de la sostenibilidad energética y la implementamos activamente en todas nuestras instalaciones y operaciones:
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