Las naves industriales del futuro estarán equipadas con una gama de tecnologías y características innovadoras capaces de optimizar radicalmente la eficiencia, la sostenibilidad y la funcionalidad operativa.
La demanda de naves industriales en México sigue en aumento, tan solo entre enero y septiembre de 2023 se finalizaron alrededor de 270 proyectos de este tipo, abarcando más de 3.9 millones de metros cuadrados, de acuerdo con el informe “Market Overview” de SiiLA. Por su parte, la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP) indica que hay un creciente interés de más de 400 empresas de países como Estados Unidos, China, Japón, Corea del Sur, Alemania y otras naciones europeas en establecer fábricas, plantas o líneas de producción en México.
Por todas las oportunidades de ubicación, mano de obra y asequibilidad que ofrece el país, y a pesar de los desafíos económicos como la inflación en los costos de construcción, el aumento de las tasas de interés y la escasez de terrenos con infraestructura adecuada, se prevé que la actividad de desarrollo de naves industriales en México alcance nuevos récords por tercer año consecutivo.
En este contexto, es crucial para los desarrolladores enfocarse en la construcción de naves industriales que sean más sostenibles, eficientes e innovadoras. En este artículo exploraremos algunas de las tendencias y elementos esenciales que se espera dominen este sector hacia el 2030.
Macrotendencias que impulsan cambios en los parques industriales
Además de los factores regionales que promueven en México un clima muy favorable para el sector inmobiliario industrial, existen algunas tendencias globales que también están acelerando y moldeando la adopción de prácticas más innovadoras y sostenibles.
Los avances tecnológicos están transformando los paradigmas de negocio y las cadenas de valor en prácticamente todos los sectores. El crecimiento del comercio electrónico reduce la demanda de tiendas físicas, lo que a su vez aumenta la necesidad de edificios industriales y naves de almacenamiento enfocados en la distribución y almacenamiento, especialmente en zonas urbanas para facilitar el e-commerce.
Además, la automatización y la robótica están redefiniendo el tamaño y la escala de las instalaciones industriales, mientras que las tecnologías de la información están impulsando la transición de lo físico a lo digital en varias actividades productivas.
Los trabajadores de las nuevas generaciones ya no solo están buscando un empleo que les permita subsistir, sino que, gracias a los avances en materia laboral y la evolución del workplace, exigen espacios de trabajo con amenidades que mejoren su experiencia laboral y su calidad de vida, como áreas verdes, guarderías, centros de capacitación, servicios de salud, lugares de consumo, ciclovías y acceso a transporte público, por mencionar solo algunos.
Este factor está motivando a las empresas a buscar espacios que promuevan el ahorro energético, el uso de energías renovables y la reutilización del agua, así como prácticas responsables de manejo de residuos. Esto apunta hacia una economía circular, donde los residuos se reutilizan para la fabricación de nuevos productos o servicios.
Los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU están fomentando que las empresas adopten estándares medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) para mitigar su impacto ambiental y promover el respeto a los derechos humanos y el desarrollo comunitario.
Estas tendencias están abriendo oportunidades para que los parques industriales sean más inteligentes, ecológicos y comunitariamente amigables. Los inversionistas institucionales están mostrando preferencia por empresas que invierten en tecnologías para edificios futuristas.
Las naves industriales del futuro se caracterizarán por una integración profunda de tecnologías de automatización avanzadas. Esto incluirá el uso de robots y sistemas de gestión automatizados, lo que no solo mejorará la eficiencia, sino también la seguridad, al minimizar la necesidad de intervención humana en tareas peligrosas.
Por ejemplo, la implementación de vehículos autónomos como los AGVs (vehículos guiados automatizados) facilitará un manejo y transporte de materiales más ágil y continuo, incrementando la productividad y reduciendo errores humanos, pero para ello se necesitan naves industriales específicamente diseñadas para el uso de estas tecnologías.
Además, la automatización se extenderá más allá del movimiento físico de bienes, abarcando también procesos administrativos y logísticos como la gestión de inventarios, el procesamiento de pedidos y la planificación de la cadena de suministro, interconectando dispositivos y maquinarias para proporcionar datos en tiempo real que optimicen las operaciones y faciliten la toma de decisiones informadas.
Otra ventaja significativa de la automatización avanzada será el incremento en la capacidad de personalización en la producción. Las naves industriales podrán adaptarse rápidamente a diferentes tareas o cambios en la demanda del mercado, lo que es ideal para la fabricación de productos bajo demanda.
Además, la implementación de estrategias de mantenimiento predictivo, utilizando sensores y análisis de datos, permitirá anticipar fallos en la maquinaria antes de que ocurran, reduciendo así el tiempo de inactividad y los costos de mantenimiento. Finalmente, se pronostica que la mayoría de las naves industriales en el futuro contarán con sistemas avanzados de vigilancia y monitoreo, incluyendo tecnologías de reconocimiento facial y biométrico, para controlar el acceso y proteger tanto a los empleados como a los activos.
Según el informe "Naves logísticas del futuro", una de las tendencias más importantes será la de poner la tecnología al servicio del bienestar de los trabajadores en las instalaciones. A medida que la tecnología y la automatización avanzan, también aumenta la necesidad de trabajadores mejor cualificados; el reto de atraer y retener talento promueve que los inversores y desarrolladores busquen mejorar las condiciones del entorno laboral y ofrecer una variedad de servicios y amenidades que mejoren la calidad de vida de los colaboradores.
Entre las prácticas para crear ambientes laborales más saludables, confortables y satisfactorios en las naves industriales, destacan la implementación de plataformas con resortes u otros sistemas para absorber vibraciones de la maquinaria, el aislamiento acústico de diferentes zonas de la nave y el diseño de estaciones de trabajo más ergonómicas y adaptables a distintos flujos de trabajo.
La popularidad de esta tendencia se ve reflejada en la creciente cantidad de empresas y fábricas que buscan obtener la certificación WELL: un estándar internacional de salud y comodidad para los trabajadores, que puede obtenerse mediante la integración de diversas estrategias como la habilitación de amenidades y actividades de recreación, el fomento del transporte activo o ecológico y el mayor aprovechamiento de la luz natural, entre otros.
La sostenibilidad ya es un aspecto central en el diseño y operación de las naves industriales. Esta tendencia se enfoca en el aprovechamiento de energías renovables y en la incorporación de tecnologías y materiales sostenibles. Por ejemplo, se espera ver un aumento en la instalación de paneles solares, plantas de tratamiento de agua, iluminación inteligente, instalaciones de generación distribuida y en la implementación de sistemas inteligentes de gestión de energía, así como el uso de materiales reciclables para reducir la huella de carbono de las instalaciones.
Actualmente, el concepto de sostenibilidad ha evolucionado para incluir no solo aspectos ambientales, sino también sociales y de gobernanza, conocidos como factores ESG (Environmental, Social, and Governance). En este marco, se observa un creciente interés en el desarrollo de naves y parques logísticos que también tengan un impacto positivo en las comunidades locales, por ejemplo, integrando en su diseño facilidades de movilidad para los trabajadores.
Dado que los sistemas de manufactura están evolucionando y cambiando a un ritmo vertiginoso, así como las necesidades fluctuantes del mercado, las naves industriales necesitan convertirse en edificios inteligentes que pueden reconfigurarse y adaptarse a diferentes demandas y procesos.
Ante el auge del nearshoring y la presión para completar proyectos industriales a tiempo, es crucial hacer más eficientes y rentables los procesos de construcción. Esto incluye la adopción de tecnologías para la planificación de espacios y la simulación de procesos y flujos, por ejemplo la el Modelado de Información de Construcción (BIM). Además, a medida que el costo de la tierra aumenta, se buscará maximizar el uso del suelo, lo que podría incluir la construcción de edificios industriales de varios pisos.
La construcción modular, utilizando componentes prefabricados, también se está convirtiendo en una técnica popular por su capacidad para reducir los tiempos de construcción, aumentar la eficiencia y mejorar el control de calidad, además de fomentar la sostenibilidad.
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