La infraestructura logística en Mazatlán es un punto crítico para el desarrollo económico y social de nuestra región en el panorama del T-MEC, ya que no basta con tener una ubicación privilegiada; hay que establecer las bases para que esa ubicación pueda aprovecharse al máximo y cada vez más empresas nacionales e internacionales decidan ubicar sus operaciones en esta ciudad o en su periferia.
Invertir en disponibilidad de servicios, como electricidad o gas natural, parques industriales con lotes urbanizados, mejores vías de comunicación y más y mejor tecnología e instalaciones en los puertos, aeropuertos y vías de ferrocarril, permite impulsar la competitividad y la atracción de inversiones. Veamos cómo hoy en día la infraestructura logística está transformando Mazatlán en un pilar de la economía del Pacífico.
La infraestructura logística, en el ámbito industrial, se refiere a las instalaciones, servicios y sistemas que facilitan las operaciones de las empresas, así como el movimiento eficiente de mercancías y personal. Esta infraestructura es esencial para garantizar que los productos lleguen desde su punto de origen hasta su destino final de manera eficiente, segura y en el tiempo adecuado. Además, el desarrollo de infraestructuras logísticas genera empleos directos e indirectos en la región.
Algunos de los elementos que la componen son:
Puertos marítimos: un puerto bien diseñado y gestionado es clave para el comercio internacional, ya que permite la rápida carga y descarga de mercancías, reduciendo tiempos de espera y costos. Por ejemplo, el Puerto de Mazatlán, al estar estratégicamente ubicado, facilita el comercio entre México y Asia, así como con la costa oeste de América.
Almacenes y centros de distribución: son instalaciones que permiten el almacenamiento ordenado y seguro de mercancías, así como su clasificación y preparación para su envío final, con servicios como consolidación o desconsolidación de carga. Un centro de distribución en una ubicación estratégica puede reducir significativamente los tiempos de entrega.
Redes de carreteras y autopistas: los camiones y vehículos de carga están diseñados para ser rápidos, pero esto no sería posible sin carreteras y caminos seguros, rutas directas y conexiones estratégicas para disminuir al máximo los tiempos de transporte. Una buena infraestructura de caminos y puentes no solo agiliza las entregas, también permite disminuir la huella de carbono del transporte.
Aeropuertos: facilitan el comercio aéreo a destinos nacionales e internacionales. Un ejemplo es el Aeropuerto Internacional de Mazatlán, que conecta la región con varios destinos nacionales e internacionales.
Estaciones de ferrocarril: el transporte ferroviario es esencial para mover grandes volúmenes de mercancías a largas distancias de manera eficiente y a menudo más económica que otros medios. Actualmente, continua el proyecto de ferrocarril Durango-Mazatlán, que comenzará a construirse a finales de 2023.
Terminales de autobuses: no solo es importante trasladar mercancías, sino que existe toda una red de personal que debe movilizarse para que la logística continúe operando, ya sean trabajadores que se desplazan a zonas industriales o equipos de logística que se mueven entre diferentes puntos de una cadena de suministro.
Zonas francas o recintos fiscalizados: son espacios especiales que permiten el almacenamiento y manejo de mercancías con beneficios fiscales, facilitando operaciones de importación y exportación.
Sistemas de información y tecnología: actualmente, los softwares de gestión de almacenes (WMS), sistemas de seguimiento de envíos y plataformas digitales permiten monitorear en tiempo real el estado y ubicación de las mercancías, así como coordinar al personal involucrado. Gracias a estas tecnologías, la eficiencia de la logística del transporte a nivel mundial se ha disparado exponencialmente.
Al invertir en infraestructura logística moderna y eficiente, Mazatlán está sentando las bases para un futuro próspero y competitivo en el escenario global.
Con su acceso a mercados clave y la creación de espacios logísticos que favorecen el comercio exterior, Mazatlán se ha posicionado como un destino muy atractivo para la relocalización de empresas nacionales y extranjeras que quien hacer nearshoring.
La inversión en infraestructura logística no solo atrae a empresas y genera empleo, también mejora la competitividad en el escenario global. Al ofrecer servicios logísticos eficientes y modernos, Mazatlán se posiciona como uno de los principales hubs logísticos del Pacífico, conectando a México con el mundo, mediante el desarrollo de espacios industriales con infraestructura logística y de comercio exterior que potencian la capacidad de la región para manejar un flujo creciente de mercancías.
El Mazatlán Logistics Center (MLC) es un ejemplo destacado de cómo la infraestructura logística puede transformar el panorama de inversión. Con instalaciones modernas, servicios de vanguardia y una ubicación inmejorable, el MLC ofrece a las empresas una plataforma sólida para expandir sus operaciones no solo en la región, sino a nivel internacional.
La disponibilidad de un Recinto Fiscalizado Estratégico (RFE) dentro del MLC ofrece ventajas significativas para las empresas que tienen operaciones de comercio exterior. Próximamente, podrán almacenar, transformar y comercializar sus mercancías sin el pago de impuestos ni cumplimiento de las Normas Oficiales Mexicanas hasta por 60 meses. Se estima que el RFE del MLC movilizará más de 160 mil toneladas al año, generando una derrama económica significativa y creando miles de empleos más en el proceso.
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